martes, 3 de junio de 2014
¿Cómo funciona?
¿Como actúa la toxina botulínica en los músculos?
Los movimientos involuntarios se generan por impulsos eléctricos desde ciertas partes del cerebro, el núcleo y la médula espinal. Desde allí, estos impulsos viajan a través de los nervios periféricos. Al final de estos nervios se encuentra almacenada una sustancia química transmisora llamada acetilcolina. Cuando un impulso eléctrico alcanza el punto del almacenamiento, la acetilolina se libera y contacta con el músculo, produciendo una contracción. Cuando la Toxina Botulínica se inyecta en el punto necesario del músculo, se consigue debilitarlo porque la Toxina bloquea la acetilcolina.
Para obtener resultados óptimos con la terapia con Toxina Botulínica es necesario identificar los músculos sobreactivos y decidir la dosis apropiada para normalizar su actividad.
La Toxina Botulínica debe ser inyectada en esos músculos sobreactivos, normalmente entre una y tres inyecciones por músculo. Las jeringas son muy pequeñas, de manera que no deberían producir apenas dolor (el efecto varía según la propia tolerancia de cada paciente).
El resultado de esta terapia generalmente comienza a aparecer a partir del tercer día, normalmente al cabo de entre el quinto y el décimo día. El máximo efecto se alcanza entre los diez días y las tres semanas, según cada caso.
Y en cuanto a la duración de los efectos, normalmente se pierden transcurridos entre dos y cuatro meses, después de una disminución progresiva durante algunas semanas. Al cabo de seis meses el beneficio habrá finalizado por completo.
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